El Banco Sabadell ha recibido en el mes de febrero 1.300 millones de euros del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) para cubrir las pérdidas ocasionadas por los activos procedentes de la desaparecida Caja Mediterráneo (CAM), adquirida por la entidad catalana en 2012. El acuerdo de compra contemplaba la cobertura de los 24.644 millones que sumaban los créditos, avales y activos fallidos que incluía la cartera de la CAM. El mecanismo pactado por el banco, que se denomina 'esquema de protección de activos', constituye una especie de ajuar incorporado en la operación para evitar que el comprador tuviera que afrontar el deterioro que le ocasionarían en el futuro las inversiones asumidas. Así, el Fondo de Garantía de Depósitos, del que forman parte las entidades financieras y el Banco de España, costea el 80% de las pérdidas en la cartera de activos heredada.

En los tres últimos años el Sabadell ha recibido ya más de 3.100 millones de euros de este fondo cuya función es cubrir las situaciones de insolvencia que puedan sufrir las entidades financieras. A esta cantidad hay que sumar las provisiones iniciales con las que se se garantizaba la operación de venta de la CAM. En estos seis años el Sabadell ha reducido un 54,3% el volumen de los activos y créditos dudosos que heredó con la compra de la caja, lo que supone que han bajado de 24.644 millones de junio de 2012 a 11.260 en diciembre de 2017.